Caracoles a la portuguesa

Preparación

1. Los caracoles deben estar limpios y engañados. Si se adquieren precocidos solo hay que enjuagarlos como recomienda su etiquetado. Si por lo contrario se adquieren vivos, a continuación te explicamos como engañarlos: una vez lavados, los metemos en una cazuela o cacerola y llenamos de agua hasta pasar dos o tres dedos por encima. Dejamos que el agua se vaya calentando a fuego lento hasta que rompa a hervir. En ese momento, subimos el fuego para que estén unos minutos (5 aproximadamente) en ebullición. Retiramos los caracoles del agua y los enfriamos con agua y los reservamos.
2. Echamos dos cucharadas de aceite de oliva en una cazuela, los ajos laminados, la cebolla picada finamente, las hojas de laurel, las guindillas y la ramita de orégano.
3. Sazonamos todo a nuestro gusto con sal y pimienta negra, a ser posible recién molida, y dejamos que todo de poche y se dore.
4. Cuanto la verdura esté lista, echamos de nuevo los caracoles a la cazuela, removemos, agregamos el vino, dejamos que el alcohol se evapore unos 2-3 minutos y añadimos caldo hasta cubrir los caracoles.
5. Dejamos que todo se cueza a fuego medio 1 hora, o lentamente durante unas 2 horas, y tendremos el cuidado de ir retirando la espuma que se crea en la superficie de vez en cuando.
6. Mantenemos los caracoles en la cazuela hasta servir regando los caracoles con el propio caldo de la cocción.

Algunos consejos

• Si quieres evitar que todo el guiso se te llene de trocitos de orégano, puedes envolverlo en un poco de tela de gasa, evidentemente bien limpia, atarla y echarla así en la cazuela. De esta forma, al terminar la cocción de los caracoles, podrás retirarlo y sólo habrá soltado en el guiso su sabor.
• Si no tienes caldo, puedes usar agua y pastillas de caldo concentrado. Con un par de pastillas será suficiente.
• Si tienes caldo, pero no tienes suficiente, puedes agregar agua hasta tener la cantidad necesaria.